POESÍA LUDIMAGISTER
LA ORACION DEL CONDOR
MOMENTO UNO
DE LO ETERNO
ROCA MÍA
¡Señor,
hoy en tu día no mataré a nada existente!
¡No
mentiré, como no quiero que me mientan a mí!
Te
alabaré, mientras los hombres discuten sobre cuestiones vanas.
Al
que mora en las aristas del universo, glorificaré.
Al
que ama de lo más grande a lo más pequeño, será mi canto.
Ten
misericordia de nosotros, oh creador de lo cercano y lo lejano;
que
mi alma sube y baja como el que camina por las dunas del desierto.
Te
pido señor ponte delante de mí en este viaje;
Bendice
a quien te busca, como tú lo buscas.
Oscurece
los ojos de mis enemigos.
Que
en la buena noche, mi presencia no les quite el sueño.
Que
si me vieron, no me vieron a mí, sino a un sueño.
Asumo
tu justicia. No me desampares fundador del tiempo.
AMOR DE MIS AMORES
¿En
quién me refugiaré?
¿Quién
será el abrigo en mis pesares?
¡Señor
de mis amores!
¿Seré
yo quien más te amé?
Mi
inspiración, tú.
Más
allá de los luceros del cielo, tú.
Fuera
de ti, hay nada.
Toda
cosa es obra de tus dedos.
Del
polvo más ínfimo, a la oscuridad más intensa.
En
la alegría, en la tristeza, brilla toda tu gloria.
Tuyas
son las cercanas y lejanas cosas.
Es
innegable que todo tienda al bien,
porque
todo lo creado es bueno.
El
bien devora al mal.
MOMENTO DOS
NOSOTROS
LA TAREA
Atrás de
una hoja escrita por ti,
quedó
impregnado el almíbar de tu presencia.
Las cosas
más difíciles salían,
porque los
pasos andan solo de mí.
Tus frases
tan penetrantes en nosotros,
pero el
payaso se hizo para reír.
¡Atando
los cabos sueltos!
Se oye a
la gente decir;
pero
vuelcan sus mejores tragos,
por no
alejarse de aquí.
En
nosotros clama la tarea que nos mira.
Desde muy
alta, ya no quiere estar perdida.
Sin
embargo se disfraza hasta en los sueños;
para tan
solo saber, quien la siente desde lejos…
AMIGA
Y hoy como
tantas veces quedas en la lluvia sola;
después de
haber equilibrado por mucho tiempo pocos pasos;
¡Siempre buscando
al caballero disfrazado que te espera!
¡Siempre cabalgando
tras la puerta de los sueños!
Yo te
despido como tantas veces ha surgido;
Y hoy me
voy... como tantas veces me he ido;
besando al
recuerdo, y a las palabras que son del viento;
Pues solo
lo que se pasa trae recuerdo,
y el
pasado se niega al olvido.
¡Dadme dos
carisias y hablaré como el viento,
ya que sin
tus besos llega el peor de los ocasos!…
LA ORACIÓN DEL CÓNDOR
¡Cuántas
veces a la mañana, al abrir la puerta, habrá entrado la luz que brilla y
habremos agachado la frente!
Con los
ojos cerrados o abiertos...
Soñando o
en la realidad;
Vencedores
o buscadores de nuevas montañas;
de rumbos
intrépidos para los demás:
Nos
levantamos, nos acostamos, nos volvemos a levantar;
despreocupados,
valerosos, pero siempre silenciosos como el puma.
Más que
esto, nos gusta disfrazarnos de espantapájaros en nuestros campos;
y felices
ver, acercarse y alejarse aves de todo tipo,
como se acerca,
el día nublado y frío...
Porque
somos guardianes fugitivos de los encantos;
y más que
esto, nos guardamos de los cobardes.
¡Apreciad
lo que no tiene nombre!
¡Distinguid
entre el peso y la cocina!
¡Bebed el
vaso del conocimiento y llenadlo de desconfianza!
Despreciad
las palabras: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo?
Mejor
decid: ¡Este soy! ¡Y por esto vengo!
La mejor
cosecha de la vida se la corta con la hoz de la confianza.
ARCOIRIS
¡OH vos
querida! ¡OH voz Luna!
¡OH tan
querida! ¡OH tan Luna!
Siempre a
tu lado, aun sin estar conmigo;
¿Cómo ser
tu amante, escapando de ser tu amigo?
Creo no
estar contigo, al disfrazarse el momento en tristeza.
Mi canto
es solo tuyo, mi amor, mil luceros.
Cantar a
la vida, es mi vida: donde no aclara el llanto.
Por
donde voy, te miro;
Por
donde navego, me entrego al viento.
¡Te
busco! ¡Abrigo tus besos!
¡Miro
a lo lejos, pero al final del sueño no te encuentro!
Para
alcanzarte vida, aprendí a volar,
para
soñarte sueño, aprendí a dormir.
Jamás
ojos tan hermosos se han cruzado por mi camino.
Para
que seas mía, un día he soñado.
Para
que sonrías, un arcoíris de palabras he pintado.
CARNAVAL
Solo
cuando hay carnavales se siente uno en fiesta;
y los
mismos hombres, aspiran altas mesas.
¡Arriba
espectadores, brindemos por la gracia!
¡Levanten
esa copa, miremos en abundancia!
En
penumbras la soñadora así dirige;
para que
duerma, la gente que no divise.
Las
palabras se entienden poco, los hechos un poco más.
La
demostración es para algunos desgraciados;
como para
los viejos, buscar la quinta pata al gato.
Nadie es
mí, y yo soy nadie.
Ni los
perros reconocen la figura.
Cualquiera
que se sienta de aquí;
permítame
reírme, solo un poder reina ahí.
Terminando
su festejo, han quedado más sedientos.
Caminando
en la lluvia, su meta es la bulla.
Mostrando
la sonrisa falsa, calienta sí pujanza.
Cien
sonrisas tristes, las demás en alza.
¡Arriba sí
señores, hora de reír!...
¡Solo el payaso habla de serio cuando se dialoga de la risa; de todos modos es el único que da su besito de despedida, tanto en la mañana como al final del día!
Semblanza de Darwin Marcelo Velasco Espín Nació en Ambato el 30 se septiembre de 1974. Realizó sus estudios en la Escuela Modelo "Presidente Velasco Ibarra", de la ciudad de Ibarra, la secundaria en el colegio "Teodoro Gómez de la Torre", de la misma ciudad. Posteriormente se trasladó a Ambato, donde ingresó a la Universidad Técnica de Ambato, donde obtuvo el título de ingeniero civil. Labora como funcionario del GAD Municipal de Palora. Es vicepresidente de "El Ateneo de la ciudad de Palora", donde ha publicado su trabajo.
Foto: Cortesía del autor.
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