"PUNTOS SUSPENSIVOS"
DE ANDREA TOAPANTA
SEGUNDO PREMIO EN EL III CONCURSO NACIONAL
DE POESÍA "DAVID LEDESMA"
PUNTOS SUSPENSIVOS
CENIZA
Andrea ToapantaCae el telón de fuego
fuiste arte y en ceniza te
convertiste.
El sonido al rozar tus
destrozadas alas,
vuelve a mis sueños
con sus murmullos atrevidos,
celosos y en puntillas,
se ha convertido en una
táctica para ovillarme en tus flamas.
Gigantesco hoyo, oscuro, desahuciado,
este muro que dejaste en la
puerta de mi casa
me tiene cautiva, mientras
me carcomen las hojas que besaste,
¡oh, tu bendito olor! Como
navajas intentando envenenarme,
magullando mi sangrante
piel, entrando sin aviso a cada poro.
Perdida en este mundo cruel,
fuiste mi chispa
a punto de venderle mi
voluntad a este demonio, sediento de pasión
morí por un bocado de ti.
Aquellas etéreas alas,
volaban inquietas, buscaban pasión, libertad,
gritaban tu nombre sin
límite mientras descansaban en mí,
cristalizada por tan
malévolo acto de amor,
acepté cada lágrima,
acaricié tu ingenua soledad,
bailé con dagas en llamas
en la hoguera amarrando mis
nervios a la espalda,
quebrándome,
sacrificando mi piel
me
forjé como tu eterna esclava.
CEREZA
Maldita la primavera que se
ha llevado mi soledad
lejano y escondido el
paraíso de los pecadores,
abrazados al unísono de este
arrullo que le pertenece al viento.
Esta noche, sin aviso,
me he acribillado a tus
pies, amante perpetuo,
te he entregado la muerte
inmortal,
Dios del abismo y del miedo.
Me he convertido en tu preso,
ruego misericordia
por haber pecado ante tu
luz,
profanando aquellos ojos que
no he de merecer,
fui tu arte y te convertiste
en mi sempiterna poesía.
Átame a tu ser, escóndeme
hasta el ocaso,
permite a esta alma
derrotada en las llamas
ser digna suficiente de un
puñado de tus estrellas,
tu fuego siempre ardiendo
zapatea al compás de mi
respiración.
Sin aliento, a cinco
centímetros por segundo
Me desplomo en picada hacia ti,
como las pequeñas flores de cerezo
de esta maldita estación.
ASLAN
Gritos desesperantes,
perpetuas señales de
auxilio,
aquellos bellos ojos rubí,
cubiertos de un oro despampanante
se mueven con la brisa del
muelle.
Suena a veintidós noches de
desvelo, exasperada por contemplar tu silueta
entre los libros del anaquel
donde nací para ti.
Te pudriste hundido en mis
letras,
perversas letras suicidas
que creé para que te sostuvieras,
pero te apagaste
decidiste consumirte en la llamarada
de la cual te salvé.
Innombrable Dios, que te
dejó marchar,
imperdonable ser en el que
me has convertido
sumergida en el pecado atroz
de acariciar tu soledad,
este amanecer quema,
¿ardieron como el mismo
infierno tus cicatrices?
Tu voz, te la arrancaron,
estas canciones de cuna me
arrastran al abismo
indescriptibles pesadillas,
sangriento entre mis versos
tembloroso clamas mi nombre.
Tú,
siempre
tan fugaz.
Regresa.
CRONOS
Pasos,
voces en mi cabeza,
he sentido mucho en lo poco
que tengo,
un mundo nunca explorado,
inmutable e irreparable.
He buscado esperanza con
fervor en el cielo,
lo arruiné,
huía de la luz a la sombra
de las inolvidables letras
de un nombre que jamás oí.
Sin anestesia, este rancio
mundo está fuera de quicio
Tik,
las manecillas no paran, me
dejan atrás
cadenas, llenas de rencor y
bizarra ambición, no tiemblan
Tok,
pasos silenciosos, ¡Ay,
maldito reloj!
te has detenido, espectro
del tiempo
acechas desde el resquicio
de mi putrefacta realidad.
Los fantasmas, huyen de mí
¿cuál es el peso de una
simple promesa?,
fuimos estrellas, no hay
vuelta atrás.
Que nos traguen y nos
sometan en el escenario
el espectáculo no termina,
los muertos no sienten,
el destino no existe, el
azar es una víbora.
Endemoniada suerte que se ha
acabado
El cataclismo regresa,
Y el mañana es solo un mito.
LUCES
Quizá, me he divagado entre los
besos del sol en tu semblante
o tal vez, he soñado con tu
voz más veces de las que anhelé
Tú,
y el sonido del piano como música
de fondo,
majestuosa sintonía al ton
de tu risa.
Me he perdido en la bendita
oscuridad de tus ojos,
he dormido en el hoyuelo de
tu felicidad.
Quien sabe cuántas veces mi
corazón tanteó por ti en la sombra,
hasta que, por fin y con
calma
sentí la calidez de tu voz.
La utopía que creé de mí
misma, del amor,
la borraste en un solo beso
sacaste la piel de mi
pasado, me acariciaste, me ovillaste a tu lado,
me salvaste, incluso
indeciso
quisiste a esta niña perdida
en un mundo cruel.
DESESPERANZA
He dejado la cordura hace
tiempo,
en este caótico mundo
dejamos de ser nosotros
nos dividimos y restamos
nuestras almas para sobrevivir.
Cayendo por el limbo,
balanceándome en las
memorias
¿cuán real fuiste?,
he vuelto a tomar lápiz y
papel
letra a letra me despedazo,
mis fisuras se abren y me
deshojo.
.
Mis pétalos caen sin mesura,
se los lleva el viento y sin
avisar te rozan el rostro,
fue la única ocasión en que
te llegué a tocar.
Muerta.
HOLA EXTRAÑO
Hola extraño,
tropecé entre el hilo del
destino y algo parecido a tus ojos
océano infinito, obscuro, calmo
y tenebroso.
Escondido en medio de rizos
color miel
labios rojos, corazones
palpitantes,
gentil brisa que lame tus
rincones antes que nadie
celosamente la codicio.
¿Cómo podré tocarte?
Violenta la respiración de
mi alma al oír tu voz
mezclándose al compás de una
canción perdida en el tiempo,
sostenerse de ti suena a fantasía
testigos son las estrellas,
hablo de ti en voz alta.
¿Quién eres?,
como la nieve que no se
derrite
todo lo que has dejado atrás
se convirtió en mi vida,
los lazos que pudieron
unirnos
como el viento, como las
olas del mar, no hay regreso
sigues sin mirarme.
Palabras desconocidas, nunca
salieron de tus humeantes labios,
la lluvia golpeando el
parabrisas del bus
¡oh, temible olvido
caminando por nosotros!,
como el papel de la carta
que nunca entregué
el estrellado cielo me
arranca de tu lado.
Vacía y tenebrosa mi
habitación,
colgada de la luna,
sostenido mi corazón cansado
la bebida sabe dulce después
de conocerte.
¿Podré adivinar quién eres?
desnudar hasta tu último
pensamiento suena prometedor,
saborear tu pecado en todo
su esplendor.
Corro sin mirar atrás en
busca de tu aliento
sé que no alcanzaré el tren
cósmico a ti,
sonata de mis noches, cuna
de mis deseos
un segundo,
un solo segundo,
no me pierdas de vista.
Hola, extraño
tu cuchillo afilado en mi
garganta.
Debí amarte antes.
Génesis Andrea Toapanta Ramos
(Quito, 2001). Lee a Neruda, César Vallejo.
Escribe poesía desde su niñez.
Con este poemario, Andrea Toapanta obtuvo el Segundo Premio en el III Concurso Nacional de Poesía David Ledesma, convocado por el Centro Cultural Ecuatoriano Medardo Ángel Silva.
Foto: Cortesía de la autora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus palabras.