BAJO EL COMPÁS DISCONTINUO DE TRES NEGROS DERRITIÉNDOSE
Suena la canción: Inmenso sabor a disco viejo,
(galleta negra que cae y se rompe)
que gira mareándose dentro del fonógrafo de amplia boca.
Brota la melodía en perfecto idioma infinito,
(largo y sin cola: atemporal)
de allí
surge usté
impregnada en blues tristes
y lloros como un sauce.
Surge usté
vestidita de niña-mujer
y danzando sobre una
semicorchea subyugada.
Se acerca correteando
con los brazos
esperando a otro cuerpo,
que querrá
entrecerrarse entre los suyos.
Vestidita de niña-,mujer,
ríe
su sonrisa derritiendo golosinas.
Así surge usté
desde el rincón
de esta balada arrugada,
(colorido de un yin desteñido)
que tres negros tararean (desdentados y tristes)
que se derriten ebrios
deshaciéndose entre el ta-tá de una batería,
(semejanza del goteo enloquecedor).
Así surge usté pero
también se marcha,
(chirriar de la púa rayando el disco)
usté se aleja
entreverada al ritmo lento
de los negros despedazados
y afónicos,
desapareciendo entre
esas voces desmayadas,
desapareciendo
en medio de un lago de cerveza,
se ha marchado usté.
Jorge Martillo Monserrate
(escritor guayaquileño)
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