El río
Las aguas de este río
alborotado,
son un jolgorio que sacude
el alma,
un remanso de paz, profunda
calma,
vértigo, furia, azote
desgarrado.
En su sendero corre
alborozado,
los brazos de los árboles
lo abrazan,
alas de nubes blancas lo
acorazan,
de barro y piedras luce
coronado.
En los resquicios lo
taladra el aire,
entonces en cascadas
poderosas,
se despeñan sus aguas
milagrosas,
serpenteando con gracia y con donaire.
SONETO DEL OLVIDO
Piedad Romo-Leroux
En qué momento se llevó el olvido
de un tirón el espacio rezagado,
el pasado en penumbras escondido,
sin indulgencia, todo se ha llevado.
No hay testimonio alguno de lo andado,
ni siquiera un indicio, ni un escombro,
ni un adiós, ni un sonido, ni un asombro,
que asome a la memoria encadenado.
Todo yace por siempre derruido.
En el tiempo impasible no ha quedado
ni una brizna, ni plumas en el nido.
No hay retenido nada, no hay pasado.
En el celaje azul, sin hacer ruido,
aún en el olvido se quedó olvidado.
Foto: CCEMAS-D.Calero S., 2022)