lunes, 16 de mayo de 2016

Hace 1 mes un terremoto cambió el modo de existencia del Ecuador


El 16 de abril del 2016, un terremoto de 7.8 grados (escala de Richter) que trajo como consecuencia más de 600 muertos, miles de heridos y cientos de desaparecidos impuso el terror en la república del Ecuador. Poblaciones como: Pedernales (Manabí) quedó totalmente destruida. Portoviejo (capital de Manabí), Manta, Canoa, Bahía de Caráquez (ciudades de Manabí), San José de Chamanga (provincia de Esmeraldas) etc. también sufrieron el golpe de la tragedia provocada por este fuerte sismo. De esta magnitud fueron las consceucuencias; por ello, más de veintinueve mil personas viven hasta estos momentos en albergues.

Los ecuatorianos y ecuatorianas se unieron en un gran abrazo de solidaridad y hermandad. La población civil entregó miles de donaciones para los damnificados. Instituciones como: el Cuerpo de Bomberos, alcaldes como el abogado Jaime Nebot, de Guayaquil; Mauricio Rodas, de Quito, entre otros; el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala (la Prefectura del Guayas fue la primera institución pública en movilizarse con diligencia y sentimiento de humanismo hacia los sectores afectados por el sismo para llevar alimentos, medicinas, etc.). Hay que recordar que muchos países nos brindaron su apoyo, a través donaciones y personal especializado en rescate. Mil gracias: Colombia, Perú, Bolivia, México, Chile, Venezuela, EE.UU., Argentina, España, China, etc. También se agradece la valiosa colaboración a la Fundación Khare (dirigida por Karla Morales) y a "Home 4 Ecuador" (dirigida por Susana Rivadeneira, exreina del Ecuador). Se agradece a los medios de comunicación, a las universidades, a la Iglesia Católica, a la empresa privada, a los ciudadanos y ciudadanas que llevaron alimentos, carpas, medicinas a los centros de acopio de las donaciones.

Gracias a todas las personas naturales y jurídicas que dieron algo de sí en favor de los hermanos ecuatorianos que perdieron sus viviendas y la paz familiar. Un abrazo a ellos a los damnificados. Hay que levantarse y reconstruir. Y hay que hacerse duros ante la pérdida de familiares y amistades.

Foto: Bahía de Caráquez - Provincia de Manabí - Ecuador (Cortesía de un ciudadano).

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