QUERÍA COMPRAR EL CIELO (Seudónimo: Lucas)
Una
sonrisa
Tú, pequeña flor
Que no encuentra un lugar
Haz buscado sin parar
Con dos vidas paralelas
Imaginando la utopía
Conquistando cada día
A un ser maravilloso
Que la sensibilidad la cubría
De pies a cabeza
Que no podía huir
Que hace mucho tiempo
Había dibujado
El rumbo de su vida
Ella brillaba, como la luna misma
Ella no encajaba, con el resto del mundo
Ella no era un bicho raro
Ella era el amor de mi vida.
Yo
Mi corazón latía fuerte
Tu sonrisa complacía mi alma
Tu ser era todo lo que tenía
Te fuiste sin despedirte
Los días se hicieron largos
Anhelaba un adiós.
El brillo de tus ojos
Tus abrazos cálidos
Tu entropía sin límites
Un adiós lo era todo
Aquella promesa se desvaneció;
Un adiós, un adiós
Maldita sea, porqué
No tuvimos mucho tiempo,
Lo que vivimos fue un sueño
Cuando pude verte
Ya la vida nos había traicionado
Y nuestra historia cambio.
Déjame
Déjame quitar el fango de tus heridas
Déjame ser un aliado de tus hazañas
Déjame cuidar de ti
Déjame seducirte y mostrarte a la vida
Déjame encantar con tu sonrisa
Déjame hacer un pacto
Déjame a lado de tu destino
Déjame ser egoísta
Déjame para siempre
Tú
Ríete con fuerza
Quiero verte brillar
Juguemos bajo la lluvia
Abrázame y no me sueltes por favor
Sujeta mi mano cuando camines
Nuestros latidos se sincronizan
Mi alrededor es cálido como tu corazón
El cielo y tu mirada se pierden
Tu puedes, susurran tus labios
Sigue por favor
Incluso si desbordas lagrimas
La luz de mi alma te acompañara
Sonríe más, por favor
El mundo es tuyo.
Una
espiral
Aquella espina
Había trazado un camino
Ni el viento se lo pudo llevar
Tu rostro, tu mirada
Lo habían consumido
Como fue posible que te perdieras
Aquel sueño que tuviste
Se desvaneció
Aquel futuro que nunca llego
Lo efímero del tiempo
Tenías las respuestas
Flotando en el aire
Un declive del destino
Te llevo por otro rumbo
Corre y no te detengas
Hasta que lo logres.
Chiripa
Amo cuando me abrazas
Amo cuando te prestas para mis juegos
Amo cuando tu mirada se pierde en la mía
Quién diría, que ironía de la vida
Conocer a tal mago
Que hace maravillas con la vida
Que antes de conocerme
No tenía rumbo en su camino
Él es una galaxia, pero aún no lo
descubre
Tiembla cada vez que estoy con él
La vida me ha sorprendido
Eres un regalo.
Pequeñita
Podía ser feliz si estabas ahí
Todos los días junto a mi
No pedias nada a cambio
Qué horror de la vida
Nada justificaba aquel crimen
Las lágrimas casi me arrebatan la vida
Mi ser se paralizo junto a tu cuerpo
Mis pensamientos se volvieron grises
El resto de días fue un caos
Tu ausencia, me marco
El fango casi cubre mi corazón
El tiempo se paralizo
Un beso fue lo último
Vivimos grandes momentos
Hasta ahora la tristeza toca mi corazón
Mi consuelo es el cielo.
Ocho
Quiero salir corriendo
No me siento yo
Quiero llorar mientras la noche cae
Sola en mi habitación
No encuentro un refugio
Una linterna es mi cómplice
La luz tenue
El sonido de las paginas
La madrugada me llama
Las altas horas me acompañan
Quienes eran ellos
Hombres y mujeres me seducían
A leer las aventuras que ellos dejaron
Se convirtieron en aliados para mi vida
Aquello me pertenecía
Se adhirió a mi alma.
Sin darme cuenta ellos forjaron mi vida
Convirtieron algo lineal en dialéctico
Todos los personajes caminaron junto a
mí
Aquello me hacía extraño para los demás.
Mientras que mi ser rebosaba de
felicidad.
Pamela Criollo
Mi nombre es Pamela Criollo mi piel es color canela mis
ojos son color café oscuro y mi cabello es castaño ondulado. Soy carismática y
humilde con ideas locas en ocasiones y con ganas de comerse al mundo. Mis
Padres son Jorge Armando Criollo y Gloria Inés Barreros, son Riobambeños. Estudié
el jardín en Riobamba, los siguientes años de escuela los estudié en Lago Agrio,
en la Amazonia. Los dos últimos años de escuela fui a vivir con mis abuelitos
en Chambo-Riobamba. Antes de cumplir 12 años mi padre falleció. Fui a Santo
Domingo de los Tsáchilas a vivir con mi mami y mi padrastro, además de
continuar mis estudios y es donde actualmente resido.
Foto: Cortesía de la escritora.
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