M/M:
UN
CUENTO DE CARMEN FONDEVILA BELTRAME
M/M
Anita, una joven intuitiva y
muy alegre, laboraba en una casa de cambios en un aeropuerto, donde tenía
oportunidad de interactuar con muchos pasajeros que llegaban y se iban. Es así
que un día, como siempre ella muy alegre, atendió
a un caballero y se quedaron los dos mirando frente a frente, y una corriente
de atracción se produjo, como si la mirada traspasara el uno al otro. Ella hizo el
cambio y se despidieron.
Al cabo de unos minutos él regresó a aquella
oficina y le invitó a tomar un café, pues su
vuelo había sufrido un retraso de aproximadamente 10 horas. Es así que en esas
10 horas hubo un intenso intercambio de opiniones y conversaciones. Esas horas se hicieron muy cortas para tanta energía
que se querían transmitir.
Raúl, como se llamaba él, partió
hacia Aruba, en donde hizo tránsito un par
de horas y desde allí escribió una hermosa carta, en la cual le describió toda
la atracción que él había percibido en ese lapso en que ambos se conocieron. Al
cabo de algunas horas, él llega a su destino, su casa. Eran épocas en las
cuales, sólo se podían comunicar por cartas que iban y venían, tan diferente a
la época actual en la que todo es al instante, a través de un WhatsApp. Y es así, ella siempre
esperaba cada ocho días a que le llegara una carta y a su vez ella mandaba la
suya. A este ritmo, pasan los meses y
Anita le confiesa a su madre y muestra las cartas de su amado. Sin embargo,
Anita tiene
su sexto sentido, propio de las mujeres; y algo en el fondo de ella, a pesar de
su ilusión, pensaba que era todo muy bonito para ser real. La relación sigue.
Raúl, a los seis meses regresa y encuentra a su amada Anita; él venía por unas vacaciones,
pero todo sucedió
de manera muy efímera y tuvo que regresar a su país. Raúl viajaba
constantemente por su trabajo y siempre le decía que no lo llamara, que
esperara que él lo hiciera.
Para entonces, Anita, ya había
cambiado de trabajo y era recepcionista de uno de los mejores hoteles de la
ciudad. Un buen día, un compañero de trabajo que hacía unas pasantías, le
comentó que alguien de las características que ella le había mencionado,
llegaría al hotel. Se trataba de un joven mercadotécnico.
Hay un refrán que dice: “Nada es oculto en esta vida”. Con
todas esas características y datos, Anita investiga en reservaciones por el
nombre, y ¡oh, sorpresa!, llegaría al mismo hotel, se hospedaría allí.
Inicialmente, la emoción de Anita fue inmensa, hasta que chequeó que la reservación
estaba con el nombre de Raúl…, y luego M/M.;
además que la habitación era doble. Anita preguntó qué significaba M/M y la
joven de reservaciones respondió: Mr. and Mrs. Ya era imposible repetir la
historia del homónimo, como eventualmente ya había caído ella al llamarlo y al haber
contestado la supuesta esposa. Para ese momento, salió del paso muy sutilmente,
diciendo que ese era un primo, que se llamaban igual; es decir un homónimo.
Los detalles del desenlace se
lo dejo al lector…
Carmen Fondevila Beltrame
Guayaquil, julio 2 de 1955. Ingeniera química. Tiene dos hijos. Es narradora. Participó en el I Festival Literario "Siete Lunas" (2022)
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