EN CADA PUERTO DEL MUNDO
Aunque la palabra amor ha sido tan usada
y ha engendrado traiciones, odio y mil batallas;
quiero imaginar que todavía en ella estallan
lucecitas y melodías como
cascadas.
Si los seres humanos dejamos las espadas
y en cada puerto del mundo un navío encalla
llevando la alegría, mostrando sus medallas
de vibrantes hazañas con canciones doradas;
entonces, celebremos un pacto de hermandad:
todavía hay salvación para
la humanidad.
¡Que el oxígeno nutra pulmones, pensamientos!
Durante la existencia indaguemos la verdad
y enfrentemos con energía la adversidad.
¡Que nuestro diáfano canto
escale el firmamento!
Daniel
Calero Solís
(Ecuador,
2020)
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