lunes, 15 de agosto de 2022

JULIA AVECILLAS: PRIMER PREMIO IV CONCURSO NACIONAL DE POESÍA DAVID LEDESMA

 


JULIA AVECILLAS: PRIMER PREMIO

IV CONCURSO NACIONAL DE POESÍA DAVID LEDESMA

                                                            

DETRÁS DE LA NOCHE…

 

           El silencio

es una constelación infinita.

          Quiero alcanzar

el laberinto de mis ancestros

  pero alguien emerge

 con mi voz encadenada

desde las profundidades mismas

            de mi propia muerte.

 

Una serpiente me devora.

Su veneno paraliza

 mis entrañas.

Escucho mil disparos.

Son aquellos que atraviesan

         y me extirpan la garganta.

 

Recostada

            sobre la yerba

 se dibuja en mi espalda

             una lápida.

 Un reloj desciende

entre los relámpagos

                  y la niebla

 

El miedo

insaciable se aproxima.

Es una cicatriz

que heredamos con la infancia.

Ha resucitado

               de todas las vidas clandestinas.

      Miro con atención

los ojos del lobo gris

      que traga

los soles de la mañana.

 

Detrás de su fuego

            sé que alguien

llamará a la puerta.

¿Por qué no hay luz?

            El color de los hospitales

es tan inmenso como la luna.

 

En las noches

     criaturas sigilosas

 entran por la ventana.

Nítidas y fascinantes

            prenden la hoguera.

Allí,

se ocultan las sombras.

Duermen

    en otras celdas

 

Un demonio susurra

y viene a copular

hasta desfallecer

de vértigo.

 

Su cuerpo

pesado y con escamas

hace ruido en las baldosas.

     Tiemblo.

Lacerada de mordiscos

y de espuelas

añoro el olor de las tabernas.

 

Desnuda

sé que nadie asfixiará

                      este abismo.

Gorgonas chillan y cantan

         desgarrándome las uñas.

También lamen

        lascivas

            mis pezones y mi sexo.  

 

De ácido

se cubre mi espalda.

Las cenizas despiertan,

la humedad

de este cuerpo escindido.      

       Gélida el alma

añora el llanto de un niño.

Quedan fantasmas

que nos hartan de culpa

          a bocanadas.

 

Dormir

            entre fieras y tretas de la piel

Alguien dice

 que un día

 se calmará el ardor

de las navajas.

 

Con el sol

veo desmoronarse

las paredes.

Es la hora del eclipse

            y las cenizas.

Me aferro al olvido

pero ahora todo es mar

            jugos amnióticos

que me revelan

esta invocación.

 

Una bestia se esconde

bajo las aguas.

          Me atrae con su cola de pez

y con sus tentáculos

         me amarra

y me arrastra.      

 

En la orilla,

     mis labios son de sal

      también mis manos,

arena.

 

Alguien presiona mi pecho.

            Escucho descargas eléctricas

en mi frente.  

             Me despiertan.

Otra vez,

el ciclo comienza.


Breve semblanza

Julia Avecillas Almeida (Cuenca-1982). Es docente e investigadora de la Universidad del Azuay. Licenciada en Lingüística, Literatura y Lenguajes Audiovisuales. Psicóloga Clínica. Magíster en Estudios de la Cultura, mención en Literatura Hispanoamericana. PhD (c) en Humanidades y Artes por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Ha publicado varios artículos y capítulos de libro a nivel nacional e internacional en la línea de investigación de la Didáctica de la Literatura. Sus textos de creación forman parte de algunas antologías nacionales y de revistas internacionales.


Foto: Cortesía de la autora. 

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