Cecilia Corella Ramírez: Artesana de las Letras
SOSIÉGAME
En la soledad de mis pensamientos estás tú.
Saboreo cada segundo de tus besos,
Tus caricias y abrazos se materializan en mi pensamiento.
Mi piel se derrite cuando deslizas tus manos suavemente.
¡Tómame, hazme tuya! ... ¡Quiero ser solo de ti!
Quiero sentir el calorcito ardiente de tu corazón.
¡Ay, amor de mis amores! De mis grandes amores
¿Por qué? ¿Por qué? Solo estás en mis recuerdos
Quizás como el más triste y solitario clavel
Cuyo perfume, embriaga mi ser.
Beber de tu manantial es saciar mi alma
Calmar mi sed y envenenarme a la vez.
Eres como el jardín de cuyas hermosas flores
Solo mirar de lejos podrá ser.
Sosiégame, amado de mi alma,
endúlzate con el néctar de mis besos.
Embriágate con mi amor sincero
Y pronuncia mi nombre,
Despacio y suavemente
Para que vuelva a latir mi corazón……..
Cecilia CORELLA
Artesana de las letras
10 – 08 - 2012
LOS MARES DE LA VIDA
Voy cruzando los mares de la vida
van cayendo las ilusiones
y muriendo las esperanzas
las alegrías adormecidas
en los eternos brazos de Morfeo.
Los deseos febriles de mi juventud
desfallecen en la montaña
nostálgica de tu ausencia.
“Sé como el ave Fénix”, "me decían"
y como aquel ave viví toda una vida.
!Ha muerto ya!
Y tú moras en mí. Sí..., ¡en mi alma!
Y no sé qué hacer contigo
si dejarte vivir
y perder mi cómoda tristeza
o morir lentamente y dejarte vivir en mí.
Me dices que eres paz, que das alegría
eres mi consuelo y mi fiel compañero de cada día
que me ofreces todo lo que ninguno podría.
Sí, sí, sí mi amor. Te digo: ¡Sí!,
porque sin ti no podría vivir.
¡Sin Ti...!
Cecilia CORELLA
Artesana de las letras
21 de junio del 2015
SUEÑOS DE PERRO AZUL
En tiempos de jovialidad soñé,
soñé, soñé y en ese estado me quedé.
Pero la vida, la que está fuera de mí
me enseñó que debo romper barreras
para transformarlas en una constante búsqueda
de la vida, esperando que la tristeza y la alegría
se conjuguen en el bienestar de cada día.
La vida, la de afuera me enseñó a pelear
cada instante de mi vida, como un gigante dormido.
Y en mi juventud solía desear jamás haber nacido.
Hoy, en el inicio de mi crepúsculo,
¡quiero vivir, sin haber nacido!
Porque la muerte solo nos enseña
a morir en nuestros sueños y anhelos,
ilusiones perdidas, amores sin consuelos.
Y que la muerte, mi muerte, tu muerte,
empieza cuando dejas de amar
de pelear por la vida y para la vida.
Cuando ya no luche por mis sueños y esperanzas,
¡Oh, Muerte, ven a mí!
Cuando deje de amar,
luchar, sonreír y soñar
¡Oh, Muerte, ven a mí!
Cecilia CORELLA
Artesana de las letras
Fotografías:
1. Poeta Cecilia Corella Ramírez (Foto: Daniel Calero, 2015).
2. Poeta Cecilia Corella Ramírez declamando sus versos (Foto: Lizzie Castro Corella, 2015).