POETAS Y CRONISTAS CANTAN A GUAYAQUIL
Guayaquil: Ciudad
de cerros, del río Guayas y del estero Salado. Ciudad dinámica, entusiasta,
cálida y emprendedora. Puerto importante, progresista y de tardes visitadas por
las brisas del golfo. Esta es mi ciudad. Por ello, con orgullo le rindo
homenaje en esta fecha en que se celebra el Bicentenario de su independencia.
Guayaquil, urbe altiva donde Simón
Bolívar y San Martín se entrevistaron para forjar una América libre. Ciudad en
que nació el ruiseñor Julio Jaramillo para cantarle a su patria y al mundo. Ciudad
de poetas, como el eterno Medardo Ángel Silva, recordado por el poema “El alma
en los labios”.
Aplaudo a Santiago de Guayaquil: vergel
de alegría verdor y trabajo. Y entono su himno, cuya letra es de autoría del
venerable José Joaquín de Olmedo. Yo camino por sus calles y avenidas
observando casas de antaño y edificios con tendencias contemporáneas.
El 9 de octubre de 1820 fue realmente un hecho de independencia de la colonia española; no fue sumisión. Es una fecha histórica clave. No se equivoquen algunos historiadores.
Loor a Guayaquil y a su gente.
Daniel Calero Solís
Vista panorámica del malecón "Simón Bolívar", de Guayaquil
Foto: https://turismoguayaquil.wordpress.com/fotos-guayaquil/
FRANCISCO
PÉREZ FEBRES CORDERO
GUAYAQUIL EN EL RECUERDO
Guayaquil, para amarte
es necesario haberte conocido
largamente, mirándote
con los ojos del alma.
Haber caminado tus veredas
paso a paso
en el día o en la noche
esquina tras esquina
ventana tras ventana
Haber seguido
con los libros de estudio bajo el brazo
y el corazón suspenso en un suspiro
a una colegiala
hasta la puerta misma de su casa
Apagado la sed con un raspado
mentarosanaranjatamarindo
hielo desmenuzado
entre resecos labios
Jugando fútbol en tus calles
esquivando rivales y automóviles
Haber cantado una canción romántica
a una oscura ventana
tras la cual no sabíamos siquiera
si se nos escuchaba
Haber saboreado
después de una jornada de cuarenta
o de estudios quizá o de una fiesta
una taza de humeante chocolate
y un sánduche de queso derretido
cuyo sabor aún vive
en un sitio secreto de la mente
y sabemos
sabemos con certeza que ya nunca
se volverá a probar algo mejor
Haber oído
tus antiguos pregones
Admirando ventanas y balcones
de lujoso enrejado
llenos de frescas flores
Escuchando la lluvia repicando
en los techos de zinc
Haber seguido al hombre de los zancos
Saber quién era pirulí
o quien maría palito
Haber visto la luna
emerger de la ría
haber sentido el fresco
de tus amplios zaguanes
Haber corrido tras las motobombas
al sonido primero de la antigua sirena
Haber considerado
que una esquina o un barrio eran muy nuestros
defendiendo y cuidando
estantes y ventanas
paredes y jardines
y sobretodo hermanas y vecinas
en una ya casi olvidada
unión comunitaria
Haber subido
tus hoy cortados cerros circundantes
en busca de ciruelas
o nadado en las entonces límpidas
aguas del fresco estero
o haber dado cien vueltas los domingos
en el american park inolvidable
(seaglomeranseentrevean
los añejos recuerdos:
trompos pepo cometas
blanca salvador/mercedes de ortiz
matinés infantiles explosión de magnesio
traslados en tranvía
final de vacaciones: f. bravo/calero
blanca de murillo/ esperanza caputti
torneos de cintas
los domingos: rotonda
fortich/ salón rosado
eden o parisiana o aladino
etcéteras
Yo guayaquil te amo
más allá de todas las palabras
más acá de todos los recuerdos
Por eso duele tanto
ver que hay quieren te odian
y para hacerte daño se disfrazan
de políticos, estudiantes, ediles
y hasta de alcaldes
Te manchan te destrozan
te tratan de enterrar entre basura
se ensañan con tu estero tus cerros y tu ría
que debieron ser bellos como antaño
pero ellos convirtieron en espejos
de sus mentes y de sus corazones
Guayaquil para amarte
hace falta ser en verdad guayaquileño
alma adentro y de esos
quedamos menos cada día
Julio de 1984
Fuente: Poemas de ecuatorianos. Recuperado
de: https://poemasdeecuatorianos.blogspot.com/2012/11/guayaquil-en-el-recuerdo.html
Francisco Pérez Febres Cordero
(Guayaquileño,
1934 – 2010)
Periodista y escritor guayaquileño. Fue redactor y director del diario El Universo. Promovió a nuevos escritores.
Foto: Diario El Universo. (2010 / 08 / 31). Recuperada
de: https://www.eluniverso.com/2010/08/31/1/1446/fallecio-francisco-perez-febres-cordero-II.html
JUAN BAUTISTA AGUIRRE
Décimas
a Guayaquil
Guayaquil, ciudad hermosa
de la América guirnalda
de tierra bella esmeralda
y del mar perla preciosa,
cuya costa poderosa
abriga tesoro tanto,
que con suavísimo encanto
entre nácares divisa
congelado en gracia y risa
lo que el alba vierte en llanto.
Ciudad que por su esplendor,
entre las que dora Febo,
la mejor del mundo nuevo
y hoy del orbe la mejor,
abunda en todo primor
en toda riqueza abunda
pues es mucho más fecunda
en ingenios, de manera
que, siendo en todo primavera,
es en todo sin segunda.
Tribútanle con desvelo
entre singulares modos
la tierra sus frutos todos,
y su influencia el cielo;
hasta el mar que con anhelo
soberbiamente levanta
su cristalina garganta
para tragarse esta perla,
deponiendo su ira al verla
le besa humilde la planta.
Los elementos de intento
le miran con tal agrado,
que parece se ha formado
de todos un elemento;
ni en ráfagas brama el viento,
ni son fuegos sus calores,
ni en agua y tierra hay rigores,
y así llega a dominar
en tierra, fuego, aire y mar,
peces, aves, frutos, flores.
Los rayos que al sol repasan
allí sus ardores frustran,
pues son luces que la ilustran
y no incenDios que la abrasan;
las lluvias nunca propasan
de un rocío que de prisa
al terreno fertiliza,
y que equivale en su tanto
de la aurora al tierno llanto,
del alba a la bella risa.
Templados de esta manera
calor y fresco entre sí,
hacen que florezca allí
una eterna primavera;
por lo cual si la alta esfera
fuera capaz de desvelos,
tuviera sin dudas celos
de ver que en blasón fecundo
abriga en su seno el mundo
ese trozo de los cielos.
Tanta hermosura hay en ella
que dudo, al ver su primor,
si acaso es del cielo flor,
si acaso es del mundo estrella;
es en fin ciudad tan bella
que parece en tal hechizo,
que la omnipotencia quiso
dar una señal patente
de que está en el Occidente
el terrenal paraíso.
Esta ciudad primorosa,
manantial de gente amable
cortés, discreta y afable,
advertida e ingeniosa
es mi patria venturosa;
pero la siempre importuna
crueldad de mi fortuna,
rompiendo a mi dicha el lazo,
me arrebató del regazo
de esa mi adorada cuna.
Juan
Bautista Aguirre
Juan Bautista Aguirre
Nació en Daule el 11 de abril de 1725. Estudió en el Colegio Seminario de San Luis de Quito. En 1758 ingresó a la Compañía de Jesús. Fue catedrático en la Universidad de San Gregorio Magno en Quito. Ejerció la oratoria religiosa. Obras: "Versos castellanos", "Obras juveniles", "Misceláneas", "Soneto moral", "Canto a Luzbel", "Carta a Lizardo", "Breve diseño de las ciudades de Guayaquil y Quito". También escribió epigramas, madrigales y poemas religiosos. (Datos biográficos tomados de: https://www.culturaypatrimonio.gob.ec/juan-bautista-aguirre/).
Fuente: Poema "Décimas a Guayaquil" e ilustración. Busca palabra. Recuperado de: https://www.buscapalabra.com/poema.html?titulo=D%C3%A9cimas%20a%20Guayaquil&iden=4696
PABLO HANNÍBAL VELA
ESTAMPA DE GUAYAQUIL (fragmento)
¡Guayaquil,
Guayaquil, Pórtico de oro
que a la diestra del Guayas se levanta!
Tienes el alma del Cristal sonoro
con que vibras en todas las gargantas.
¡Guayaquil. Guayaquil, cómo penetras
en el subsuelo de tu historia ilustre
con las raíces de tus nueves letras,
como las garras del manglar lacustre!
Ciudad entre dos aguas inmortales
ciudad original como ninguna:
suena el oro del sol en tus portales
y con la noche, la plata de tu luna.
¡Oh, los cerros del Carmen y Santa Ana,
miradores perennes de tu historia,
que saben de tu ayer, de tu lejana,
dulce emoción de tu naciente gloria!
Esa es la estrella de octubre, la estupenda
la que alumbra el escudo de tu casa
es la estrella de la cívica contienda
que te sirve de emblema y de coraza.
Ciudad heroica de templados nervios,
de fuertes puños y marcial protesta:
tienes la tradición de los soberbios
y admirables impulsos de la gesta.
Ciudad del pensamiento y la energía,
fraternidad del músculo y la idea,
que rima con el cielo y con la ría:
el cielo piensa, la corriente crea.
Ciudad
cosmopolita, hogar fecundo
entre dos aguas, marcos de tu casa:
el Guayas eres tú dándote al mundo;
y el mundo es el Salado que te abraza.
Ciudad querida de mi s dulces horas,
no detengas el ritmo de tu paso,
los pueblos como tú tienen auroras:
la vanguardia no sabe del ocaso.
¡Guayaquil,
Guayaquil, Pórtico de oro
que a la diestra del Guayas se levanta!
Tienes el alma del Cristal sonoro
con que vibras en todas las gargantas.
PABLO HANNÍBAL VELA ÉGÜEZ
Nació el 16 de enero de 1891. Estudió en la Escuela Filantrópica del Guayas y en el Colegio Vicente Maldonado, en Riobamba. Colaboró con diario El Telégrafo. Fundó el periódico "La Ilustración". El congreso Nacional del Ecuador lo designó:"Ilustre cantor de la Patria". Falleció el 5 de agosto de 1968. (Datos biográficos tomados del Diario El Telégrafo: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/hemeroteca/1/grandes-plumas-pablo-hannibal-vela-egueez).
Foto:
Enciclopedia del Ecuador. Recuperada de:
http://www.enciclopediadelecuador.com/wp-content/uploads/2016/04/Pablo-Hannibal-Vela.jpg
CARLOS ORDÓÑEZ JARA
Salutación a la
Aurora Gloriosa
¡Salve, Aurora Gloriosa! Desde lo alto
A Guayaquil despierta de su sueño.
De pie, todos estamos esperando
El sol de libertad con que soñamos.
¡Bienvenida la Aurora que madruga
Sobre las ondas trémulas del Guayas!
Trae de más allá de las estrellas
La luz recién nacida de este día.
Con la Aurora Gloriosa, llave en mano,
La noche colonial queda cerrada.
Somos un pueblo nuevo que despierta
Blandiendo su bandera desplegada.
En este claro día de heroísmo
Para cantar no basta una garganta,
Ni un solo brazo para levantarla
Hasta el sitial de honor de nuestra historia.
Para todos hay puesto en la consigna
De enrumbar nuestros pasos adelante.
Cada guayaquileño es nueva savia
En las viejas raíces huancavilcas.
¡Salve, Aurora Gloriosa y refulgente!
Te esperamos de pie como se espera
De par en par abriendo las ventanas
Al sol de un nuevo día sin ocaso.
Carlos Ordóñez Jara
Escritor y educador. Nació en Chordeleg - provincia del Azuay, el 4 de febrero de 1932. Autor del poemario Horas de luna y de canción y de Fantasía Guayaquileña. Homenaje al Bicentenario de la Independencia de Guayaquil. Licenciado en Filosofía (Universidad de Guayaquil). Ejerció el magisterio durante 33 años. Se desempeñó como profesor en importantes colegios. Ha compuesto varios himnos.
Foto: Tomada de la contraportada del libro Fantasía Guayaquileña. Homenaje al Bicentenario de la Independencia de Guayaquil.
DANIEL CALERO SOLÍS
CANTO
A SANTIAGO DE GUAYAQUIL
En
este puerto, junto al gran río
yo
nací un tres de enero, hace tiempo...
El
estero Salado es aliento
y,
de almas amantes, delirio.
Casas
de madera y edificios
danzan
entre iglesias y jardines.
Por
el Guayas cruzan lechuguines
por
el malecón corren los niños.
En
Las Peñas la historia está en piedras.
Más
allá el cerro Santa Ana juega
con
colores del arcoíris riega
leyendas
tejidas en ciruelas.
Santiago
de Guayaquil, te canto:
Tierra
de iguanas y papagayos
Tierra
de bellas damas donde hallo
la
alegría de admirar tu encanto.
Daniel Calero Solís
Fuente: http://expreso.ec/expreso/plantillas/nota.aspx?IDART=4858824&TIPO=2
Edición
impresa: 25/JULIO/ 2013. DIARIO EXPRESO.
Guayaquil
Daniel Calero Solís
(Guayaquil, 1962). Hijo de Agustín Calero Haro y Blanca Solís Polo de Calero. Estudió Literatura y Lengua Española en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, donde obtuvo el profesorado y en la Universidad de Guayaquil obtuvo la licenciatura en Ciencias de la Educación, en la especialización: Administración y Supervisión Educativa. En esta universidad realizó el predoctoral en Ciencias de la Educación. Fue director provincial de Cultura del Guayas (2003 - 2005) y jefe provincial de Educación Básica (2007 - 2012). Ha publicado: "La escalera de la imaginación", "Teorema del acaso", "El texto de tu piel", entre otras obras. Consta en antologías y libros de Literatura. Su poesía, cuento y crítica de arte han sido publicados en diarios y revistas. El Congreso Nacional le otorgó una Condecoración Al Mérito Educativo. Fue catedrático en la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, en la Universidad de Guayaquil, en institutos tecnológicos y colegios. . Poeta Distinguido (Unión Hispanoamericana de Escritores), Pluma de Marfil (Organización Mundial de Escritores). Primer premio en el Concurso de Cuentos cortos y Tercer premio en la Bienal Nacional de Relato (Casa de la Cultura Ecuatoriana "Benjamín Carrión"). Dirige el Centro Cultural Ecuatoriano "Medardo Ángel Silva".
JORGE MARTILLO MONSERRATE
RECORDANDO
A JOSÉ ANTONIO CAMPOS: JACK THE RIPPER
.- "Me contaba un campesino,
amigo mío, que en su recinto se había desarrollado de una manera escandalosa el
robo de ganado, y para ponderar la osadía de los cuatreros, decíame:
-Piense en una vaca.
-¿Cómo?
-Fije su pensamiento en una
vaca del sitio Carrizal.
-Bueno, ya no está. Ya no
está porque se la robaron cuatreros.
-Hombre, ¿del pensamiento se la han
podido robar?
-Sí, señor, del
pensamiento.
¡Así andan los tiempos!
Esta rústica hipérbole
viene a mi memoria al tratar de la palanca.
-Piense usted, caro lector,
en un destino vacante. ¿Pensó? Pues bien, ya lo palanquearon! -¿Del
pensamiento?
-Así andan los
tiempos".
Lo anterior se lee en Los que suben con palanca,
una de las jocosas y críticas estampas de Cosas de mi tierra, de José Antonio
Campos.
Él era Jack the Ripper. Campos, escritor y periodista, se hizo popular
utilizando ese seudónimo cuando en diversos diarios, semanarios y revistas
empezó a publicar sus crónicas costumbristas. José Antonio
Campos Maingón, nació en Guayaquil el 10 de marzo de 1868.
Estudió en el San Vicente del Guayas, donde con un
puñado de compañeros escribió sus primeras letras. Campos a los 17 años vivió
una historia de amor que se convirtió en una travesía. Fue cuando se enamoró de
Mercedes Morlás de tan solo 13 años. Su madre por la juventud de la pareja se
opuso a la boda. Campos se embarcó de grumete en un barco que llegó hasta Japón
-ese sería su único viaje al exterior-. Al regresar tuvo 18 años y nadie puede
oponerse a su matrimonio, en el que tendría como fruto doce hijos: cinco
varones y siete mujeres.
"Físicamente, José Antonio Campos era un
hombre de estatura mediana, de aspecto casi teutónico, con ojos azules y
cabellos rubios, un poco grueso tal vez", así lo describe su pariente
Patricia Huerta Campos en la monografía Cultivadores del pasado y costumbres
costeñas: José Antonio Campos.
También refiere que era amante de la carpintería y
la música. Dormía en hamaca -jamás en cama-, ahí por la noche escribía a punta
de lápiz, tinto y tabaco. Disfrutaba de la vida familiar. Gustaba viajar por el
Litoral y balnearios como Posorja, Data y El Morro, donde conversaba con la
gente del pueblo.
Así nacieron sus historias auténticas y divertidas
con personajes montubios y cholos. Su vida periodística comenzó en 1887, cuando
fundó el semanario humorístico de tinte político El Marranillo, luego
colaboraría y trabajaría en diversos medios impresos como: Diario de Avisos,
Grito del Pueblo, El Cóndor, El Tiempo, El Independiente, El Guante, América
Libre, El Telégrafo, El Globo Literario, El Grito del Pueblo Ecuatoriano,
Gaceta Municipal, etcétera.
En Diario EL UNIVERSO se desempeñó durante ocho
años y medio como jefe de Redacción y editorialista, culminando ahí su larga y
valiosa carrera periodística. La novela Dos amores fue el primer libro que
publicó, luego vendrían: Crímenes de Galápagos; Crónica del Gran Incendio. En
1906 y 1907 publica el primer y segundo tomo de Rayos Catódicos y Fuegos Fatuos,
ambos libros recogían sus mejores crónicas publicadas en diversos diarios y
revistas.
En el prólogo, Campos cuenta que en la redacción de
El Grito del Pueblo fue donde empezó a escribir sus crónicas picantes, un
género casi no cultivado para entonces en Ecuador, pero como agradó al público,
creó la columna 'Rayos Catódicos' y también nace su seudónimo: "Quiso la
desgracia humana que por aquel estuvieron haciendo fechorías en Londres el
famoso destripador anónimo a quien fue preciso dar el mote de Jack the Ripper
de allí me vino la idea de darle el sentido figurado al pie de mis artículos.
Antes había suscrito mis crónicas con las iniciales
de mi nombre en esta forma: Jack. No mucho me faltaba que agregar y acabé por
suscribirme Jack the Ripper. Sus otros libros de crónicas son: Cintas alegres;
y Cosas de mi tierra.
Francisco Huerta Rendón en el ensayo Don José
Antonio Campos, abuelo espiritual de la novela vernácula ecuatoriana, 1958,
señala que uno de los grandes logros de Campos es que sus crónicas inauguran
una nueva cantera de humorismo y sana ironía.
Y, a manera de muestra, enumera los remedios que
emplean los personajes campesinos de Campos, por ejemplo: manteca de gavilán
para las almorranas; sebo y pucho de cigarro para la gusanera; cucaracha
quemada a pasto para la "purmonía"; uña de la gran bestia para el mal
de amores; canchalagua para las calenturas; culantro, culantrillo y pedorrera
para los políticos, etc.
"Por eso tuvieron razón, muchísima razón, los
escritores del Grupo de Guayaquil, al llamarlo su abuelo espiritual, al
comprender que Jack the Ripper, sin alardes, sin estridencias, burla burlando,
había descubierto el alma de su pueblo tropical; había calado muy hondo en la
psicología de estos seres tan nuestros", asevera Huerta Rendón.
La semana pasada conversando con su nieto, Federico
Campos Cedeño, él comenta que no lo conoció porque él tenía un año cuando su
abuelo murió, pero sus padres con anécdotas y recuerdos familiares le
mantuvieron latente el interés y la presencia de su abuelo.
Cuenta que de papá Campos -como le decían sus
nietos-, él admira su modestia y sencillez, también que cuando critica a los
personajes poderosos "José Antonio Campos no se indigna ni grita ni
protesta, pero en broma y broma, entre chiste y chiste, el teniente político,
el gamonal, el cura, etc, van quedando marcados, tatuados en su característica
fisonomía moral".
José Antonio Campos se desempeñó como jefe de
Redacción de Diario EL UNIVERSO entre octubre de 1930 hasta julio de 1938, que
fue cuando se jubiló. Ismael Pérez Pazmiño, fundador del Diario, en Poliedro
Literario recuerda al célebre cronista: "La charla de don José Antonio era
un encanto por su amenidad, sencillez, variedad y gracia. Todos los asuntos que
tocaba resultaban pintorescos, sabrosos e interesantes".
José Antonio Campos, ya jubilado se instaló con su
familia en Posorja, donde esperaba escribir algunos libros postergados, así lo
hace hasta que enferma y muere el 23 de junio de 1939. Él era Jack the Ripper.
Fuente:
Diario El Universo. Recuperado de:
https://www.eluniverso.com/2012/06/30/1/1380/recordando-jose-antonio-campos-jack-the-ripper.html
JORGE MARTILLO MONSERRATE
Foto: https://www.eluniverso.com/entretenimiento/2019/12/11/nota/7641731/trabajos-jorge-martillo-maac
(Guayaquil,
2 de mayo de 1957). Poeta, cronista y ensayista. Hijo de Jorge Martillo
Vinueza, operador de proyectores de cine, y de Jacinta Monserrate Saldaña. Desde 1975 ha trabajado en medios de
comunicación, como los diarios Expreso y El Universo y
las revistas Diners y Elite, donde trabajó como cronista de
hechos cotidianos. En una entrevista con uno de estos medios, se consideró
"ser una especie de cámara fotográfica que imprime todas las visiones que
pasan desapercibidas por comunes y propias". Sus trabajos son postales
costumbristas en las que usa guayaquileñismos.
Previo a estos empleos, se desempeñaba como docente de un colegio fiscal en
Guayaquil.
Ha ganado premios en el Concurso de
Poesía Medardo Ángel Silva de Guayaquil (1979-1984), Concurso de Cuento Revista
Ariel Internacional (1982), Concurso de Poesía del Festival de las Flores y de
las Frutas de Ambato (1986), Premio Aurelio Espinosa
Pólit (1991), tercer
lugar en el Concurso Nacional de Poesía Ismael Pérez Pazmiño (1996), entre otros.
En 2013 lanzó su libro de crónicas
irrelevantes Guayaquil de mis desvaríos, donde da importancia a
cosas mínimas cotidianas, como todo lo que sucede mientras el semáforo está en
luz roja y los carros se detienen, los vendedores deambulan, los mendigos piden
caridad, etc. En 2017, Martillo publicó un
libro recogiendo cincuenta historias de varios artistas y personalidades que
han dejado huella en Guayaquil.
Obras: Poesía: Aviso a los navegantes (1987), Fragmentarium (1991), Confesiorarium
(1996), Vida póstuma (1997).; Crónicas: Viajando
por pueblos costeños (1991), La bohemia en Guayaquil y otras historias
crónicas (1999), Guayaquil de mis desvaríos (2013)., El carnaval de la vida de Julio Jaramillo
(2019); Antologías: Palabras y contrastes:
antología de la nueva poesía ecuatoriana (1984), La palabra perdurable
(1991).
Fuente: https://www.wikiwand.com/es/Jorge_Martillo
KLEBER QUIROZ QUINTO
Soneto octubrino
Dios quiso un
paraíso duradero:
y te hizo
soberano entre manglares.
Monarca
litoral del astillero.
Mosaico de
alegrías y pesares.
Garganta de
aquel grito verdadero
vertido por
patriotas y juglares.
Oasis del
nativo y del viajero.
Heraldo de
victorias ejemplares.
Dios quiso que
surgieras. Pese al cruento
pasado de
incendiario firmamento
que hirió de
cuando en cuando a tu costado.
Guayaquil, tu
hidalguía y entereza
se extienden
más allá de la grandeza
que emerge
desde el Guayas y el Salado.
(Octubre, 2020)
Kléber Quiroz Quinto
Kléber Enrique Quiroz Quinto (Guayaquil). Autor de poemas y microcuentos. Magister en Tecnología e Innovación Educativa, en la Universidad Casa Grande, donde le otorgaron la condecoración Cum Laudem. Licenciado en Lengua Española y Literatura (Universidad Técnica Particular de Loja). Profesor de Educación Primaria (Instituto Pedagógico Rita Lecumberri). Diplomado en Diseño de Proyectos Académicos Virtuales (Pontificia Universidad Javeriana - Bogotá). Ha sido docente en escuela, colegio y universidad. Ha desarrollado procesos formativos para docentes. Se desempeñó como técnico pedagógico durante más de seis años. Tiene experiencia en investigación cualitativa. Asesor de tesis. Docente de Redacción Académica (Universidad Casa Grande - 2020).
PIEDAD ROMO - LEROUX
A GUAYAQUIL
Ciudad de ensoñación, ciudad de mil grandezas,
hecha de sol, de mar, ritmo, danza,
canción,
eres símbolo vivo de valor, de nobleza,
de
la Patria, su alma, impulso y corazón.
En el “Cerrito Verde” se marcó tu
destino
y se inició la ruta cuajada de belleza,
de bohemios, juglares, errantes
peregrinos,
enamorados fieles de tu gentil realeza.
Rumorea la ría, susurrando en el
viento,
al
fulgor de la noche de estrellas errabundas,
que el crepúsculo baña con su sutil
aliento,
cargado
de caricias, con su grácil acento,
dejando entre sus aguas tranquilas y
profundas,
este
misterio etéreo, febril, de lo que siento.
María Piedad Romo - Leroux Girón
(Psiquiatra
y Escritora)
Piedad Romo-Leroux Foto: facebook.com (2020)
Soneto a Guayaquil
En tu cintura grácil y elegante
se desliza el estero majestuoso
y a tu paso gentil y cadencioso,
el sol se inclina con fulgor de amante.
Reflejo que en su brillo parpadeante,
encubre algún secreto misterioso
y el tiempo, cual testigo silencioso,
es cómplice en su rumbo itinerante.
Encallado en tu fondo marinero,
en el verdor del mangle con esmero,
se encrespa el agua repicando sones,
mientras tu abrazo pródigo y sincero,
es un dintel de luz, es un mechero,
entre la multitud de tus pregones.
Foto: Cortesía de la autora.La doctora Piedad Romo – Leroux es psiquiatra, escritora y catedrática. Graduada en Moscú en 1968; obtuvo el Diploma Rojo Cum
Laudem como la mejor graduada de su promoción. Médica Psiquiatra,
especializada en Psiquiatría Infantil. Médica Jefe de la Unidad Infantil en el
Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce
(1970 - 2008). Perito-Psiquiatra por el Ministerio Público de las Provincias
del Guayas y Galápagos (2005 – 2015). Catedrática de: Psicopatología y
Psiquiatría Clínica de la Escuela de Medicina de la Facultad de Ciencias
Médicas en la Universidad de Guayaquil
(1970 – 2011). Psiquiatría Infantil, en el Postgrado de Psiquiatría de la Universidad Católica de Santiago de
Guayaquil y Universidad de Guayaquil
(1995-2000). Teoría el Arte, Ética y Comportamiento Organizacional, Psicología
General, en el Instituto de Ciencias Humanísticas y Económicas de la Escuela Superior Politécnica del Litoral
(1991 - 2005). Higiene Mental, niños irregulares, Neuropsiquiatría (Universidad de Guayaquil, 1969-1971). Psiquiatría
del Niño y el Adolescente, Psicología General, Higiene Mental, Neuroanatomía,
en la Escuela de Psicología de la Universidad
Técnica de Babahoyo (1979 - 1994).
Es socia de la
Agrupación Nacional de Literatura Infantil “GIRÁNDULA” y es considerada una de
las más reconocidas autoras de poesía y narrativa infantil.
Fuente: https://www.drapiedadromo-lerouxgiron.com/resume.html
ÁNGEL EMILIO HIDALGO y WILMAN ORDÓÑEZ
"... A partir de 1948, la fiesta montuvia es incluida en el marco de la Feria Exposición Pecuaria Avícola, que se desarrolla en la sede de la Asociación de Ganaderos del Litoral, al sur de la ciudad, en los terrenos del actual mercado de Caraguay. Luego de los remates de ganados bovinos, equinos y porcinos, y de las maquinarias destinadas a las labores agrícolas y pecuarias, se desarrolla el homenaje al montuvio y al Día de la raza y del agricultor, en el que se incluye, entre otros actos, el concurso de doma de potro" (El Universo, 1951).
En la década del 50, la Fiesta de la Raza, de la Feria Pecuaria-Avícola, se sienta en el gusto de los guayaquileños. En 1952, la prensa recoge la cabalgata que recorre Guayaquil, desde el sector norte hasta el recinto ferial en el barrio Cuba, encabezada por las madrinas criollas, representantes de las provincias del litoral, que eran escoltadas por 50 jinetes, entre ganaderos y montuvios. Posteriormente se realiza una fiesta montuvia, en honor de las madrinas, en donde hay "doma de potros, concursos de lazos, torneos de amorfinos, entre otras suertes" El Universo, 1952).
(Tomado de: Hidalgo, Ángel Emilio y Ordóñez, Wilman (2019). Jinete lazo y monta. Historia del rodeo montuvio en Guayas. Guayaquil: Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas, p. 55).