“OLOR MARINO”:
UN GRAN CUENTO DE
PIEDAD VILLAVICENCIO BELLOLIO
OLOR MARINO
Aún no aclara el
día, pero el movimiento es intenso en el lugar. Son las 3 de la madrugada y
Noralma ya está sentada en su banco, introduciendo los pies en el piso arenoso.
Mece los ojos con ansiedad, al ritmo del acelerado movimiento que impone la
oleada. Inclina la cabeza hacia atrás y absorbe, como queriendo retener en los
pulmones toda la fragancia marina del sector. Le encanta aspirar el olor del
pescado fresco, recién salido del mar.
Siempre se
despierta mucho antes de la alborada, recoge su largo cabello negro, se pone un
abrigo que parece una sotana, se envuelve una bufanda en el cuello y camina
descalza hasta el soportal arenoso de su casa.
Son las cinco de
la mañana y la tufarada de los picudos, pargos y calamares se confunde con el
aroma del café recién pasado; también, con el olor intenso y delicioso de las
tortillas de plátano, de las empanadas y las torrejas. Don Ambrosio, el
tortillero, se acerca a Noralma y le entrega una taza de café con una torreja
de maíz costeño y queso fresco. Noralma saborea lentamente estas delicias de su
tierra.
Después de tomar
el café ingresa de nuevo a su casa para lavarse los pies enarenados y ponerse
unas sandalias plásticas. Y enseguida regresa al banco para seguir extasiándose
de ese paisaje tan comercial, tan costanero, tan especial con sus aromas a río,
pantano y mar. Este ritual se repite todos los días.
Los años
transcurren con la misma rutina. Y los efluvios de la pescadería y de la
mariscada se apoderan de su estructura y el frío húmedo de las madrugadas cala sus pilares. Y cuando su columna casi no tiene
fuerzas para sostenerse en pie, cuando el techo del soportal está a punto de
caer se da cuenta de que ya es hora de buscar otro refugio, otro hogar que se
embriague con olores marinos, otra morada que sea testigo del intenso bullir de
los vendedores de pescados y mariscos, una casa que vea el hermoso alborecer de
un abastecedor de productos del mar…
Piedad Villavicencio Bellolio
Es defensora del buen uso de la lengua española. Columnista de diario El Universo. Tiene un segmento de la lengua española en el programa Prisma Cultural de radio Huancavilca. Docente universitaria en las áreas de Comunicación, Redacción y Lenguaje, actividad que alterna con la corrección de textos. Presenta asuntos lingüísticos e interactúa con sus lectores en algunas redes sociales. Autora de los libros "La esquina del idioma 1 y 2"; con Narcisa Cedeño Viteri escribió "Herramental de lectura y escritura académica". Es miembro del Círculo de Periodistas del Guayas, de la Asociación de Correctores de Textos del Ecuador; también de la Sociedad Iberoamericana de Poetas, Escritores y Artistas (SIPEA), capítulo Ecuador. Forma parte de la agrupación cultural Unidos por el Arte, en la que además de ser socia activa es presidenta honoraria.
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